El Grounding, earthing, enraizamiento o "conexión a tierra", es una práctica que implica el contacto directo de la piel con la superficie de la Tierra, como caminar descalzo en el suelo, césped, arena o sumergirse en agua natural. Su propósito es restaurar el equilibrio eléctrico del cuerpo al conectarse con los electrones de la Tierra, los cuales pueden actuar como antioxidantes y agentes antiinflamatorios naturales.

El contacto directo con la Tierra ayuda a equilibrar las cargas iónicas en el cuerpo, pues problemas de salud pueden surgir de un desbalance entre iones positivos y negativos. Este desbalance puede estar relacionado con la pérdida de electrones, lo que puede manifestarse en agotamiento o baja de energía. Factores como la contaminación, el uso de productos sintéticos, una dieta deficiente y el manejo del estrés pueden agravar esta desconexión. Además, los ambientes cerrados, cargados de dispositivos electrónicos, tienden a tener una baja cantidad de electrones disponibles, lo que limita aún más esta conexión natural con la Tierra.

El grounding permite que los electrones de la Tierra sean absorbidos por el cuerpo, generando un potente efecto antioxidante que combate los radicales libres. Esta práctica se ha asociado con beneficios como la reducción de la inflamación, que es un factor en enfermedades crónicas como la diabetes, el asma, el Alzheimer, la artritis y varias condiciones cardiovasculares. Asimismo, el grounding ayuda a mitigar síntomas asociados a la sobreexposición a campos electromagnéticos, como dolores de cabeza, insomnio, ansiedad y falta de concentración. 

Es una práctica sencilla que puede tener un impacto profundo en la salud física y mental. Es valorado como una técnica de bienestar que aprovecha la capacidad del cuerpo de interactuar con la energía natural de la Tierra, proporcionando una solución simple y accesible para mejorar la salud y reducir el impacto del estrés en la vida diaria. Y, es valorado especialmente como una técnica complementaria en el ámbito de la medicina integrativa.

¿Qué dice la ciencia sobre el Grounding?

Según algunos estudios y expertos, los humanos, como seres bioeléctricos, actuamos como receptores de energía, capaces de captar y emitir cargas eléctricas., y que los problemas de salud pueden surgir por un desbalance entre iones positivos y negativos. Este desbalance puede estar relacionado con la pérdida de electrones, lo que puede manifestarse en agotamiento o baja de energía.

Los estudios científicos han mostrado que el grounding tiene varios beneficios, entre ellos la reducción de la inflamación, el alivio del dolor crónico, la mejora del sueño, y la reducción del estrés y la ansiedad. 

Algunos estudios sugieren que el grounding puede equilibrar el sistema nervioso autónomo, promoviendo una respuesta de relajación al reducir la actividad del sistema nervioso simpático (asociado al estrés) y estimular el sistema parasimpático, que se encarga del descanso y la digestión. Además, el grounding puede mejorar la circulación y fortalecer el sistema inmunológico al reducir la viscosidad de la sangre, lo cual se asocia a una mejor salud cardiovascular.